Los libros de texto mexicanos provocan disputa por ideología y tabúes

Los nuevos libros de texto escolares promovidos por el gobierno mexicano han desatado una batalla entre el presidente izquierdista y opositores que los quemaron y llevaron el caso al más alto tribunal.

Los críticos alegan que los libros promueven el comunismo, la homosexualidad y contienen errores fácticos.

Quieren que el gobierno se abstenga de distribuir los materiales a partir del lunes, cuando millones de estudiantes iniciarán un nuevo año escolar en la nación latinoamericana.

Una de las protestas más radicales tuvo lugar en el estado sureño de Chiapas, donde padres de un barrio indígena prendieron fuego a libros que, según decían, eran obra del "diablo" y enseñaban "comunismo, homosexualidad y lesbianismo".

Estimular la "sexualidad de nuestros hijos con este tipo de ideología... da lugar a la pedofilia", dijo José Tomás Bermúdez, un pastor evangélico local.

El presidente del opositor conservador Partido Acción Nacional (PAN), Marko Cortés, llamó a los padres a "destruir (los libros) en su totalidad".

Hablando en el contexto de la campaña para elegir candidatos para las elecciones presidenciales de 2024, Cortés alegó que los textos buscan "adoctrinar" a los estudiantes.

El presidente Andrés Manuel López Obrador, un populista de izquierda, ha descrito la disputa como "politización" provocada por oponentes conservadores.

Con frecuencia ataca lo que llama el modelo económico "neoliberal" de sus oponentes que favorece el libre mercado y la privatización, y prometió revocarlo cuando llegó al poder en 2018.

El mandatario mexicano criticó la decisión de la Corte Suprema de suspender la distribución de los libros en los estados norteños de Chihuahua y Coahuila.

"Es medieval", dijo López Obrador sobre la quema de libros, comparándola con algo "de la Inquisición".

Su gobierno dice que los nuevos materiales reconocen la diversidad del país y colocan a la comunidad en el centro de la educación.

Las autoridades de al menos ocho de los 32 estados de México se han negado a distribuir los libros.

Aunque ha concedido dos medidas cautelares, la Corte Suprema aún no se ha pronunciado sobre el fondo del asunto.

En el estado central de Aguascalientes, gobernado por la oposición, miles de personas marcharon en protesta por lo que llamaron "ideologías marxistas" difundidas por los nuevos libros.

La ministra de Educación, Leticia Ramírez, defendió los nuevos materiales didácticos, que según ella promueven valores como la solidaridad, la honestidad, el respeto y la justicia social.

Los libros marcan un cambio con respecto a la promoción anterior del "individualismo, la desvinculación de la comunidad y el conocimiento de memoria", dijo en una conferencia de prensa televisada.

Los críticos señalan varios errores fácticos en los libros, incluida la fecha de nacimiento incorrecta de Benito Juárez, el primer presidente indígena de México.

También alegan parcialidad en el contenido, como la afirmación de que "la esperanza fue el alma de la campaña" que llevó a López Obrador al poder en 2018, y la acusación de que fue víctima de fraude electoral en 2006.

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